Alejandría, una ciudad con una rica historia y una ubicación privilegiada en la costa mediterránea de Egipto, ha sido un importante centro cultural, comercial y político desde su fundación en el 331 a.C. por el famoso conquistador Alejandro Magno. Con una mezcla de culturas griegas, romanas, egipcias y árabes, esta ciudad ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos que han dejado una huella indeleble en su paisaje y en su gente.
La historia de Alejandría comienza con la conquista de Egipto por parte de Alejandro Magno, quien decidió fundar una ciudad en la desembocadura del río Nilo como un centro estratégico para el comercio y la expansión de su imperio. La ciudad fue diseñada por el arquitecto Dinócrates, quien la planeó en forma de tablero de ajedrez con calles rectas y perpendiculares, una innovación en ese momento. Además, se construyó el famoso Faro de Alejandría, una de las siete maravillas del mundo antiguo, que servía como guía para los barcos que entraban al puerto.
Durante el reinado de los Ptolomeos, sucesores de Alejandro Magno, Alejandría se convirtió en un importante centro de conocimiento y cultura. La famosa Biblioteca de Alejandría, fundada en el siglo III a.C., albergaba una gran cantidad de manuscritos y se consideraba la mayor biblioteca del mundo antiguo. Sin embargo, en el año 48 a.C., durante la conquista de Egipto por parte de Julio César, la biblioteca sufrió un incendio que destruyó gran parte de su contenido.
En la época romana, Alejandría se convirtió en una importante ciudad portuaria y centro comercial, y fue también un importante centro de la cristiandad. Fue aquí donde se estableció una de las primeras comunidades cristianas, y donde se produjo el famoso encuentro entre el filósofo pagano Hipatia y el obispo cristiano Cirilo, que terminó en el asesinato de Hipatia y marcó el comienzo de la persecución de los paganos en la ciudad.
En la Edad Media, Alejandría fue conquistada por los árabes en el año 641, y se convirtió en un importante centro de aprendizaje islámico. Durante esta época, se construyó la famosa mezquita de Abu al-Abbas al-Mursi, una de las mezquitas más importantes de la ciudad y un importante lugar de peregrinación para los musulmanes.
En los siglos siguientes, Alejandría fue testigo de numerosas conquistas y ocupaciones, incluyendo la invasión de los mamelucos y la conquista de los turcos otomanos. En el siglo XIX, la ciudad fue ocupada por los franceses y posteriormente por los británicos, que construyeron un moderno puerto y una línea de ferrocarril que conectaba Alejandría con El Cairo.
Hoy en día, Alejandría sigue siendo una ciudad vibrante y cosmopolita, con una mezcla de culturas y una rica historia que se refleja en su arquitectura y su gente. El famoso Faro de Alejandría ya no existe, pero su legado sigue vivo en la ciudad que lleva su nombre. Además, la Biblioteca de Alejandría ha sido reconstruida y es ahora un importante centro de investigación y cultura en el mundo árabe.
En conclusión, Alejandría es una ciudad que ha sido testigo de innumerables eventos históricos y ha sobrevivido a numerosas conquistas y ocupaciones. Su ubicación estratégica y su rica historia la convierten en un destino imprescindible para aquellos que buscan sumergirse en la cultura y la historia de Egipto.