La Pirámide de Saqqara, también conocida como la Pirámide escalonada, es una de las construcciones más antiguas y emblemáticas de Egipto. Ubicada en la necrópolis de Saqqara, a unos 30 kilómetros al sur de El Cairo, esta pirámide es considerada como la precursora de las grandes pirámides de Giza y una de las primeras estructuras en ser construidas con fines funerarios.
La historia de la Pirámide de Saqqara se remonta al reinado del faraón Djoser, de la III dinastía del Imperio Antiguo. Djoser gobernó Egipto durante 19 años, entre el 2667 y el 2648 a.C., y durante su mandato se construyó esta impresionante pirámide, la primera de su tipo en la historia de la humanidad.
La construcción de la Pirámide de Saqqara estuvo a cargo del famoso arquitecto Imhotep, quien además de ser un gran ingeniero y constructor, también fue un alto funcionario y escriba del faraón Djoser. Imhotep diseñó una estructura única y revolucionaria para la época, con una base cuadrada de 125 metros de lado y una altura de 60 metros, conformada por seis mastabas (tumbas en forma de bancos) superpuestas una encima de la otra, dando lugar a la forma escalonada de la pirámide.
Este diseño, además de ser innovador, también tenía un propósito práctico: permitía que la tumba del faraón se encontrara en una posición más elevada y visible, simbolizando su ascenso hacia los cielos y su eternidad como dios en la mitología egipcia. Además, esta estructura permitía la construcción de una tumba más grande y elaborada, con pasillos y cámaras subterráneas, para albergar los tesoros y ofrendas que acompañarían al faraón en su viaje hacia el más allá.
La construcción de la Pirámide de Saqqara no fue una tarea fácil. Se estima que se necesitaron más de 100.000 trabajadores para llevar a cabo la obra, que duró alrededor de 20 años. Se utilizaron materiales como piedra caliza y granito, extraídos de canteras cercanas, y se emplearon técnicas de construcción avanzadas, como la utilización de rampas y sistemas de poleas, para mover y colocar los enormes bloques de piedra.
Además de la pirámide, en la necrópolis de Saqqara también se encuentran otras construcciones relacionadas con el faraón Djoser, como el Templo del Sur, el Templo del Norte y la Galería de las Estelas, que contienen relieves y jeroglíficos que relatan la vida y logros del faraón.
La Pirámide de Saqqara ha sido objeto de numerosas investigaciones y restauraciones a lo largo de los siglos. En la época de los romanos, se realizaron algunas intervenciones en la pirámide, y en el siglo XIX, el egiptólogo francés Jean-Philippe Lauer llevó a cabo una importante restauración que permitió descubrir y explorar nuevas cámaras y pasillos en su interior.
Hoy en día, la Pirámide de Saqqara sigue siendo una de las principales atracciones turísticas de Egipto, y su importancia histórica y arquitectónica la han llevado a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Esta maravilla del mundo antiguo sigue asombrando a los visitantes con su imponente presencia y su significado en la cultura y religión egipcia.